Los trabajos en altura son una de las actividades de mayor riesgo a la que puede enfrentarse un trabajador dada la elevada siniestralidad en este tipo de actividades. Hay sectores con una elevadísima siniestralidad, destacando el de la construcción, el segundo sector con mayor número de bajas y decesos solo por detrás de la industria manufacturera y con un preocupante aumento. Lo grave del problema es que estos accidentes podrían haberse evitado en su mayoría con una buena formación en prevención y con la correcta utilización de los equipos de protección individual obligatorios en estos trabajos.
Consideramos trabajos en altura aquellos que se realizan a distinto nivel por encima de la superficie sobre la que puede caer el trabajador y sufrir daños, siendo obligatoria la utilización de EPIS cuando esta altura sea superior a los 2 metros, sin perjuicio de que si altura es inferior se adopten medidas de protección adecuadas a cada caso, según define el INSST. La Ley 31/1995 de prevención de Riesgos Laborales establece que estos equipos de protección individual deben ser utilizados cuando exista riesgo de caída desde distinto nivel, siempre que este riesgo no haya podido evitarse o reducirse mediante la aplicación de otras medidas preventivas colectivas y organizativas. Además, existe una normativa específica, el Real Decreto 1215/1997, modificado por el Real Decreto 2177/2004, sobre la utilización de equipos de protección para realizar trabajos temporales en altura.
Estos equipos están destinados a prevenir o detener las caídas libres y los daños asociados. En general están compuestos por un dispositivo de sujeción del cuerpo (arnés o cinturón), un punto de anclaje seguro y un sistema de conexión que una ambos elementos (cables, eslingas o cuerdas). Los principales elementos de protección son los cascos de seguridad, EPI común en muchas actividades y sectores, arneses de seguridad, cinturones de seguridad, líneas de vida, eslingas y cuerdas.
Estos EPI’s contra caídas están clasificados como EPI categoría III, que son los más complejos porque protegen al trabajador frente a riesgos mortales o riesgos que puedan provocar un daño grave e irreversible.
En caso de que ocurra un accidente no deben utilizarse de nuevo bajo ningún concepto y hay que sustituirlos por unos nuevos.
EPI’s – Elemenos de amarre Eslingas
Hoy os hablaremos de las eslingas, elementos de amarre para trabajos en altura que son equipos muy relevantes, ya que unen el anclaje o línea de vida con el arnés. Se utilizan en industria, construcción, eólicas entre otros, para desarrollar trabajos en cubiertas, ascender por escalas, sobre torres de telecomunicaciones, en definitiva, cualquier labor que supere una altura de 2 m.
Estos elementos pueden ser con absorbedor de energía para trabajos con riesgo de caída, y sin absorbedor de energía para trabajos en retención. Pueden ser diferenciados por eslingas simples, con un solo ramal de anclaje, y eslingas dobles, con dos ramales de anclaje.
El uso habitual de este tipo de elementos de amarre, al ser el elemento que conecta al operario con el anclaje de seguridad, es impedir o detenr una caída de más de 2 m de altura, restringir el movimiento del mismo y para posicionarse.
TIPOS DE ESlINGAS
Podemos diferenciar entre 3 tipos de eslingas:
ESLINGAS SIN ABSORBEDOR DE ENERGÍA – EN 354
En ellos, debe figurar el marcado CE seguido del número de organismo de control y la norma técnica correspondiente que lo regule, además de constar el nombre del fabricante, modelo, fecha de fabricación y caducidad, el manual donde figuren las instrucciones y una ficha donde se anoten las revisiones correspondientes.
ESLINGAS CON ABSORBEDOR DE ENERGÍA – EN 355
Eslingas de detención de caída, fabricadas con cuerda trenzada, cuerda elástica, rizada y cinta, para limitar los movimientos del operario y así evitar una posible caída en factor 1 y 2, ya que disponen de absorbedor de energía para disipar la energía que provoca el impacto de la caída.
ESLINGAS SIN ABSORBEDOR DE ENERGÍA DE POSICIONAMIENTO- EN 358
Eslingas de retención que eliminan el riesgo de caída y que permiten al operario trabajar en altura con las manos libres, fabricadas con cuerda trenzada, cuerda torcida y cinta para limitar los movimientos del operario y así evitar una posible caída en factor 0. Deben ir siempre con un arnés de posicionamiento y no pueden funcionar por separado.
Sin la eslinga, un arnés de cuerpo entero es inútil para detener una caída. Hay una gran variedad de tipos de eslingas disponibles, cada una con su propio uso y diseño específico. Dependiendo del tipo de tarea que vaya a desempeñar, de la altura sobre la superficie del suelo que vaya a trabajar y diferentes factores, la elección de eslinga variará.
Para saber que eslinga necesito para desarrollar una determinada tarea en altura, es muy importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
- La capacidad de carga de la eslinga, ya que existen eslingas con absorbedores especiales para peso cargas de 100Kg y 140 Kg.
- El factor de caída y la distancia mínima de caída, ya que des esto depende que mi eslinga lleve o no absorbedor para disipar la energía de impacto en caso de que sufra una caída.
- Si el operario va a estar fijo en un sitio o anclado a un dispositivo móvil y no precisa soltarse del dispositivo de anclaje. En este caso podría trabajar con una eslinga simple, por ejemplo.
- Si el operario va a estar moviéndose y precisa soltarse del dispositivo de anclaje. En este caso necesita trabajar con una eslinga doble para poder soltarse y alternar entre puntos de conexión, estando 100% conectado al dispositivo de anclaje.
Os recomendamos que os asesoréis por un especialista que analice vuestro caso y os recomiende el elemento más adecuado, eslinga, para desarrollar vuestro trabajo de forma totalmente segura. En Protecciones Gharo tenemos especialistas para ello, no dudes en preguntar:
ERRORES COMUNES EN EL USO DE ESLINGAS
A continuación, y con el objetivo de concienciar al trabajador en altura, os vamos a mostrar algunos de los múltiples errores más habituales y peligrosos que se cometen en el uso de elementos de amarre o eslingas. Los errores más habituales son la elección errónea de la eslinga y su uso incorrecto.
1 – El más común, usar un elemento de amarre sin absorbedor de energía con factores de caída 1 y 2. Con factores de caída superiores a 1, es obligatorio el uso de elementos con absorbedor de energía para garantizar que el operario no reciba más de 6KN en caso de caída.
2 – Cálculo erróneo de la distancia libre de caída. Una altura libre mal calculada e insuficiente provocará al operario lesiones graves, ya que llegará a impactar contra el suelo u otros obstáculos en caso de caída.
3 – Conectar erróneamente nuestro elemento de amarre a un punto del arnés que no es anticaídas. Sólo pueden conectarse a los puntos anticaídas de arnés que deberán estar marcados conforme a la EN 361 con una “A” o con “A/2 + A/2”.
ESTA PROHIBIDO conectarse sobre la anilla de suspensión (EN 813) o sobre las anillas laterales de posicionamiento (EN 358). Esto generaría múltiples daños a la columna, la cadera y las cervicales, entre otros muchos daños irreversibles. Es muy peligroso e incluso puede ser mortal
4 – Un error muy clásico, elegir una eslinga simple en vez de una eslinga doble o bifurcada.
5 – No revisar el equipo. Antes de utilizar una eslinga y siempre que vayamos a darle uso, hemos de revisar su estado y comprobar que está en condiciones óptimas.
6 – Utilizar equipos textiles en trabajos en caliente. Hay que proteger los equipos textiles o bien seleccionar eslingas anticaídas ignífugas.
IMPORTANTE: rEVISIONES PERIÓDICAS
El fin de la revisión de un equipo de trabajo o EPI’s es la de determinar si dicho elemento se encuentra APTO o NO APTO para su uso.
Los elementos de amarre deben ser inspeccionados regularmente para asegurar su correcto funcionamiento y detectar cualquier defecto. Además, es necesario que los trabajadores reciban formación específica sobre su uso correcto, mantenimiento y almacenamiento, así como garantizar la reposición y renovación de los equipos cuando sea necesario.
Concretamente, las eslingas que son equipos fabricados con fibras textiles y poliéster, disponen de fecha de caducidad marcada por el fabricante, normalmente entre 5 y 10 años, dependiendo además del uso que se le dé al equipo.
En Protecciones Gharo, contamos con personal acreditado por los distintos fabricantes para la revisión obligatoria anual de equipos. Revisamos los EPI’s siguiendo las instrucciones del fabricante elaborando un informe indicando si es APTO o NO APTO para su uso, o si requiere algún tipo de reparación para su correcto funcionamiento e indicamos en el equipo la próxima fecha de su evaluación.
En caso de NO APTO gestionamos la destrucción del equipo evitando que sea utilizado por error.
Para asesoramiento técnico, cualquier consulta o duda sobre estos dispositivos, no dude en consultar con nuestros expertos.
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